sábado, 20 de diciembre de 2014

¿Defendemos derechos o ganamos derechos? Poner el dedo en el termómetro de la informalidad laboral juvenil.

"PONER EL DEDO EN EL TERMOMETRO (como si eso evitara que suba la temperatura)"
Es una expresión para mostrar la ineficacia de las políticas públicas que quieren corregir u ocultar lo inevitable. Se usa mucho en las medidas económicas que fijaban el tipo de cambio o los precios, para “evitar” la inflación.

Pero también se puede usar en otras medidas. Por ejemplo, cuando cierto sector cree que con fiscalización y mano dura podemos cambiar la informalidad (e ilegalidad) del transporte público o la minería artesanal. Por supuesto que la fiscalización es importante, pero creer que llenando de inspectores y policías podemos cambiar el caos de las combis, es ponerse de espaldas a la realidad. Igual para el caso de la minería.

El mismo concepto lo podemos aplicar hoy para quienes critican la Ley del Empleo Juvenil. 8 de 10 jóvenes en el Perú, no tiene contrato, no tiene seguro, no tiene vacaciones. Y si vamos a Huánuco, Huancavelica, Apurimac, Puno, Ucayali y otras regiones, es casi 10/10. Los jóvenes peruanos trabajan en la informalidad pura.

- Qué les estamos diciendo a esos jóvenes?
- Queremos poner el dedo en el termómetro defendiendo derechos laborales que no tienen?
- Que esta ley precariza sus actuales condiciones?
- Creemos q llenando de inspectores laborales vamos a obligar a las empresas a contratar formalmente a estos jóvenes?
- O queremos avanzar y ganar derechos laborales como lo propone la nueva Ley del Empleo Juvenil?

Hay un argumento técnico que he escuchado quienes critican la Ley, y es que en coyunturas de desaceleración o recesión, este tipo de medidas no funciona. Aun en ese contexto, es mejor aplicarla, observar sus efectos y luego evaluar ajustes.

Pero aquí las empresas tienen que poner de su parte, salir de la informalidad, de los recibos por honorarios y del pago en efectivo. Las empresas tienen que empezar a contratar jóvenes. Lo harán? Porque es la única manera de responder a quienes critican la Ley y quienes salen a protestar en las calles que - aun cuando no estamos de acuerdo- tienen el derecho a reclamar cuando perciben que el Estado en lugar de proteger sus derechos laborales, quita el dedo el termómetro y los abandona.