lunes, 13 de octubre de 2008

Punto para la agenda contra la corrupción: la inversión pública

En el 2008 la inversión pública es de 16.000 millones de soles y en el 2009 bordeará el 4.3% del PBI, una participación significativamente mayor que a inicios de la década. En este contexto sin embargo, existe un riesgo muy alto: la presencia de la corrupción ante el incremento del gasto de inversión. No es un secreto que en las finanzas públicas la corrupción está muy cerca de las grandes obras y las grandes licitaciones. Los corruptos presionan la ejecución de obras de gran magnitud porque se abren las oportunidades de “negocios”.

Este riesgo ha sido advertido por diferentes estudios económicos en el FMI y la Banca Multilateral . Los países en vías de desarrollo con periodos de relativa bonanza, han incrementado sus obras públicas, pero lamentablemente en algunos, con fuertes casos de corrupción que terminaron afectando su crecimiento y también su gobernabilidad como el caso argentino. El peligro es muy grave porque al postor/operador corrupto no le interesa hacer buenas obras, y al político o funcionario corrupto solo le interesa cobrar el soborno o el porcentaje pactado bajo la mesa.

Desde el punto de vista económico, invertir más es igual de importante que invertir bien. De nada sirve ejecutar obras que sólo son útiles para las empresas de cemento y ladrillo, pero que no tienen utilidad pública (ineficaces). De nada sirve ejecutar obras que al poco tiempo necesita ser reparada o funcionan mal, pasando así al museo de la arqueología del desarrollo (insostenibles). Eso explica en parte porque no existe una cultura del mantenimiento de los servicios, porque así se presiona a “invertir” nuevamente en proyectos. Asimismo, es muy injusto ejecutar obras a cualquier precio y diseño (sobredimensionamiento), porque eso afecta la ejecución de obras en otros sitios, por lo general más alejados y en pobreza extrema.

La situación es complicada porque la necesidad de hacer más obras y proyectos es real, la presión social de la población es permanente, y políticamente es insostenible “contar la plata delante de los pobres”, por ilustrar el caso de los municipios con sus cuentas del canon sin gastar.

En este escenario, es conveniente poner atención a algunos puntos:
a) LA Fiscalía y la Contraloría General de la República tienen un rol central. El nuevo Contralor necesita poner todas las alarmas a los recursos de inversión, y el MEF debe asignarle el presupuesto necesario.
b) El SNIP puede ser un sistema administrativo incómodo en las velocidades de decisión para ejecutar proyectos, pero es absolutamente necesario. PetroPerú está exonerado del SNIP por ejemplo.
c) El sistema de presupuesto tiene otro rol fundamental, así como el SNIP, en el seguimiento y supervisión del gasto de inversión. Es necesario un sistema de alarma cuando la asignación presupuestal supera el monto declarado viable en el estudio. La corrupción es muy hábil para justificar gastos adicionales o “nuevos” ajustes al proyecto.
d) Es necesario poner mucha atención a las licitaciones denominadas por “concurso oferta”. La supervisión del expediente técnico es clave para evitar incrementos innecesarios en el presupuesto de la obra. Igualmente en el caso de la administración directa, que tiene todos los incentivos para atraer corrupción.
e) Los proyectos con endeudamiento siguen siendo experiencias que pueden ser muy útiles para replicar. La banca multilateral puede apoyar en mejorar los mecanismos y procesos de supervisión del gasto de inversión. En las operaciones de deuda, la publicación del valor referencial de las obras es muy importante.

La inversión pública está en los primeros puntos de la agenda de la lucha contra la corrupción. El nuevo gabinete tiene una buena oportunidad para tomar algunas medidas rápidas en esa dirección. Será una señal saludable para un reclamo nacional y empezar con buen pie esta gestión

Miguel Prialé Ugás, 13 de octubre del 2008