miércoles, 24 de marzo de 2010

PROYECTO OLMOS: QUE NO SE REPITAN LOS ERRORES DE LA PRIMERA ETAPA

El Ministerio de Economía ha sido acusado de bloquear Olmos, un proyecto bandera en la región Lambayeque que busca irrigar cerca de 30,000has y generar 400MW de energía. Recuerdo cuando en el 2001, el gobierno cedió ante la presión política y exoneró del SNIP la puesta en marcha del proyecto. Fue un tremendo error!

Veamos rápidamente la reciente historia del proyecto Olmos.

Durante el gobierno de Alejandro Toledo y de Yehude Simon en la región Lambayeque, se aprobó por concesión la construcción de la primera parte del Proyecto Olmos, exonerándolo de la evaluación técnica. Esta primera parte consiste en una presa y un túnel de 20km que atraviesa los Andes y lleva más de 400 millones de metros cúbicos de agua hacia la cuenca del Pacífico. Toda una proeza de la ingeniera hidráulica. Cuánto ha costado esta primera etapa? No existe información completa pero se calcula que supera los US$250 millones. Lo más grave es que la “concesión” es solo una ficción, pues en realidad el Estado debe pagar al concesionario el agua que va a trasvasar, así haya o no 30,000has produciendo (la muy criticada figura del take or pay y que costará 26 millones desde el 2012 y por 15 años). Además. esta primera etapa no servirá de nada sino se concluye la segunda, que son las obras de la boca del túnel para abajo, en las tierras del valle de Olmos.

Por qué el Estado Peruano negoció tan mal este contrato? Qué clase de concesión era esa donde el Estado le asegura al privado el 100% de la venta de agua? Ello solo podrá ser explicado pòr los funcionarios del entonces Proinversión y especialmente del Gobierno Regional de Lambeyeque que firmaron el contrato. Lo cierto es que en ese momento, los defensores de Olmos argumentaban que, dada la decisión política, la primera etapa era un costo que había que asumir, el hueso del proyecto, y que la carne estaba en la segunda etapa.

Hoy se está discutiendo la segunda etapa, pero las condiciones de negociación para el Estado son desventajosas. El proyecto Olmos segunda etapa debe hacerse sí o sí, dado que ya tenemos una primera etapa que se concluye en el 2012 y empezará a facturar al fisco según el contrato firmado y las condiciones del take or pay. En realidad la factura es para el gobierno regional deLambayeque, pero como no tiene plata ni canon, volteará a quien lo avaló que es el MEF.

Esta segunda etapa sin embargo, se presenta con esta extraña figura de la “iniciativa privada”. Es decir, cuando un operador privado le propone al Estado hacer una obra, sin concurso público, con la condición de darle el monopolio de su administración y usufructo, por ejemplo, una carretera, una obra de agua potable o un sistema de riego, como es el caso de Olmos. La iniciativa privada es una figura contemplada en la norma de APPs (asociaciones público privado). No pasa por concurso público y es una propuesta de un solo postor, con costos y condiciones que él propone y que el Estado debe evaluar. Aquí es cuando el MEF ha dicho que no, que no nos conviene la propuesta para la segunda etapa de Olmos. Por cierto, el que ha presentado la iniciativa privada es Odebrech, el de la Interoceánica recuerdan?, y que en Olmos es el operador de la primera etapa. Es decir, Odebrech propone sería el operador de la primera y de la segunda etapa (Para qué se partió entonces el proyecto?!)

Por qué el MEF habría observado la propuesta? No se conoce aun el detalle de la misma, pero se ha mencionado que la iniciativa privada no está solicitando ningún cofinanciamiento o subsidio, en cuyo caso sería inaceptable. Pero no se sabe bien si existen otras condiciones que deben evaluarse con mucha atención como la controvertida figura del “take or pay” y otros riesgos no financieros como el diseño de ingeniería o la definición de la tarifa de agua. Estos detalles son importantes porque pueden generar un riesgo fiscal, como ya lo ha hecho la primera etapa. En resumen, debemos evitar a toda costa repetir los tremendos errores del pasado.

Qué salidas pueden existir para Olmos? Descartando la iniciativa privada, la otra opción es hacerlo como obra pública, pero no suena muy lógico. Además, sería anecdótico que la Primera etapa del proyecto -el hueso- haya salido con concesión, y la segunda etapa –la carnecita- sea ejecutada por el Estado. Lo mejor es hacer un concurso público de la concesión, donde el Estado diga transparentemente, cuáles son las mejores condiciones para el Proyecto Olmos. El mejor factor de competencia sería el que ofrezca hacer las obras y cobre la menor tarifa.

El principal problema que muchos dirían es que la tarifa de agua sería muy cara y que no habrían postores. De hecho, la tarifa de la primera etapa del trasvase está costando US$0.06/m3. Si agregamos la tarifa real de la segunda etapa, el usuario final tendría que pagar US$0.08/m3 o más, convirtiéndose en una de las tarifas más caras del Perú. Y decimos que no es la más cara, porque contra lo que muchos creen, los agroexportadores de Tumbes y de Ica pagan esa tarifa dado que usan agua de pozo. Es decir, pagan el costo real del agua, la cuidan y compiten en el exterior. Olmos no tiene que tener una tarifa subsidiada. Son tierras para medianos y grandes agricultores.

Otro gran tema que no se ha mencionado es la relación con el Proyecto Alto Piura, que comparte con Olmos las aguas del río Huancabamba. Los estudios dicen que el agua no alcanzará de ninguna manera para los dos proyectos, y sin embargo, los dos tienen la decisión política de ejecutarse. Olmos fue exonerado con Toledo, Alto Piura por García. Ambas decisiones con muy negativas consecuencias. Olmos y Alto Piura son expedientes que se deben mirar con lupa. Esperemos que el MEF se cuadre con firmeza.

1 comentario:

  1. Se debe precisar que la iniciativa privada está concebida para que no haya concurso público. La idea es promover inversión privada en infraestructura y servicios públicos. Si la iniciativa es ventajosa y no hay otros postores, es posible y legal adjudicarla sin concurso. Sin embargo, es extraño q la segunda etapa de olmos sea una iniciativa privada cuando el principal interesado ha sido siempre el Estado. por lo tanto, debería ser capaz de proponer un concurso abierto para tener una concesión transparente y ventajosa. Debemos agregar además que Odebrech tiene el record de la adjudicación de megaproyectos con exoneración del SNIP: Olmos 1era etapa, interoceánica, interceptor norte, etc.

    ResponderEliminar