El mal menor en primera vuelta

Esta debe haber sido una de las peores campañas electorales que he podido vivir. Desde la campaña de 1985, la que recuerdo con claridad como ciudadano, esta es la peor y por varios cuerpos de ventaja. Ningún mensaje, ninguna representación política, ninguna idea nueva, ningún sueño que mostrar para el futuro. Nada. Una pobrísima campaña de imágenes con nombre y números embrutecedoras, una contaminación irresponsable de las calles, de los muros, de los parques, de los cerros. Y así quieren gobernar el Perú, ensuciándolo como si fuera su chacra e imponiendo el poder aguachiendo de un financiamiento millonario y anónimo. Porque hay que ser bien conchudo para decir que ha gastado 2 o 3 millones cuando cualquier mortal que cuenta paneles y segundos en radio y Tv sabe que han gastado muchísimo más.
Y sin embargo, con este desastre electoral, tenemos que votar. Permitanme compartir con uds lo que pienso de los 5 candidatos.

Luis Castañeda. Un candidato pecho frío, no trasmitió ninguna pasión para gobernar un país tan complicado como el Perú. A eso agrego que he conocido su obra en la municipalidad de Lima y no he visto al super gerente que tanto promociona; al contrario, deja empresas municipales quebradas, burocracia sin carrera pública, gastos irresponsables, obras mal hechas. Lo poco bueno que pudo mostrar fué su equipo económico nacional, pero que nunca tuvo protagonismo en la campaña ni en sus mensajes. Nuestro buen colega Elmer Cuba que tiene cualidades de sobra para mostrar un programa de gobierno, estuvo solo en las fotos y cámaras, pero sin mayor voz ni opinión. Castañeda resultó un político mediocre y a mi juicio, nunca convenció que puede ponerse la banda presidencial. Su romance desvergonzado con el APRA y el fujimorismo confirma su ideología “pragmática” para administrar el poder. Mi percepción es que Castañeda representa un neofujimorismo sin mayor línea política que la que la coyuntura le proponga.

Pedro Pablo Kucshinsky. Un candidato representativo, hay que reconocerlo. Hizo una buena campaña y convocó mucho más de lo que representa, y eso es un mérito que aplaudir. Tiene equipo de gobierno (felicitaciones por los huevos Pablo Secada) y ha logrado entusiasmar a un sector muy difícil como los jóvenes. Lamentablemente, no logró ir más allá del sector A/B y la clase media emergente. PPK no llegó a ser un candidato del pueblo y eso es lo que hace un presidente en el Perú. Ojalá la derecha que representa avance, porque es una cojudez pensar que la derecha no es popular, y sin embargo, en el Perú todavía es un prejuicio. Para algunos, las entradas VIP en su mitin en la plaza san Martín es una estupidez. No lo es para mí. Apuesto a que mis amigos del PPC lo hicieron sin darse cuenta, como algo normal. Y no lo es en el Perú, un país donde necesita integrarse, donde el esfuerzo y el talento no define el éxito y la felicidad de los peruanos, lamentablemente. Porque si naciste en Lucanas , en Chongoyape o en el VRAE te jodiste, y eso es muy injusto. PPK conocerá mucho el Perú, me consta, pero no tiene la visión, la sensibilidad, para darse cuenta que hay profundas fracturas sociales. Si se diera cuenta, jamás, jamás! … dejaría que hubiera tribunas VIP en su concierto. Otro detalle relevante. El APRA acaba de anunciar su apoyo a PPK. Muy mala señal, porque ese apoyo no es incondicional. El APRA pedirá protección para que no lo jodan, y eso para mi es inaceptable. Creen acaso que no nos hemos dado cuenta de toda la corrupción que han tolerado y peor, que han participado?! Creen que los petroaudios le tiran periódicos y listo?! Cuidado PPK, la gobernabilidad tiene líneas rojas, y la corrupción es una de ellas.

Ollanta Humala. Un militar cuya experiencia y formación es haber estado en la contrainsurgencia del Ejército Peruano por casi 20 años, lo que no solo me preocupa sino que me da miedo. Más que sus confusiones y contradicciones en las ideas, me angustia su perfil militar. No es que tenga algo contra las fuerzas armadas, que pusieron el pecho cuando todos nos escondíamos debajo de la cama, sino que debemos reconocer que haber estado años de años “barriendo” terrucos, no es la mejor carta de presentación para el Presidente del Perú. A eso agrego que Ollanta no tiene equipo de gobierno (osea, seamos franco, no tiene). Si pasa a la segunda vuelta y quiere gobernar va a tener que designar un primer ministro y un ministro de economía que inspire confianza en el futuro, y por ende, algo más que distinto a su línea política. Quizás, si tiene esa visión, en segunda vuelta puede ser presidente. Pero ahora Ollanta no convence como demócrata ni como estadista, a pesar de haber presentado una lista parlamentaria con algunos miembros interesantes (bravo por esa chica de la Agraria!).

Keiko Fujimori. Por mis convicciones políticas, tengo fuertes resistencias a lo que representa: el populismo y la corrupción, porque eso fue el gobierno de su padre, y ella no tiene muchas intenciones de cambiar eso. Sí debemos reconocer que tiene equipo de gobierno, para bien o para mal, hay gente que sabe como funcionar el Estado, pero también es cierto que la congresista nunca ha ejercido funciones de gobierno. Lamentablemente además, me queda clarísimo que lo primero que hará Keiko es liberar a su padre y eso es un retroceso terrible para el Perú. Es la peor señal que daremos como democracia que quiere avanzar en sus derechos humanos y ciudadanos. Alberto Fujimori está preso por asesino y ladrón, Perú fue un ejemplo para el mundo al mandar a la cárcel a un dictador. No, jamás votaría por Keiko. Jamás sacrificaría mis libertades políticas por la supuesta seguridad y orden que los fujimoristas venden.

Alejandro Toledo. Para agarrarlo a cabezazos. Por baboso y sobrado. Tenía la elección en sus manos sin hacer mayor esfuerzo que proponer seguridad y prosperidad, poniéndose por encima del bien y el mal. Pero el muy soberbio ninguneó a todos, basureó e insultó a quienes no debía. Cuando tenía a Castañeda de segundo y venía en picada, no aprovechó para captar sus votos. Toledo se ha impregnado de esa imagen de informal y de ocioso. No logró imprimirse el perfume de cambio que muchos peruanos queremos oler en un candidato. Sí, Toledo puede ser terco y corajudo, pero la soberbia lo hundió, una pena.

Como verán, un escenario para llorar, pero como dije al comienzo, tenemos que votar. Mi alpinchismo era tan alto que hasta hoy pensé seriamente en votar en blanco, esperando la segunda vuelta. He vivido los 80s y 90s, y créanme, no los quiero volver a vivir. No quiero hacer experimentos con la economía ni quiero que suelten a un dictador que humilló a mi país ante el mundo. Votaré por Fuerza Social en el Congreso, muy orgulloso además de una campaña humilde pero con mucha convicción y creatividad, como lo que es mi Partido. Felicitaciones al Grupo Coherencia, Elohim Monard y Augusto Rey, que buena campaña carajo. Para las nacionales, sin mayor entusiasme que el mal menor, votaré por Alejandro Toledo.

m/p