sábado, 16 de abril de 2011

Ollanta vs Keiko

Imagine ud que es presidente de un comedor y tiene que proponer un menú para sus 100 socios en la próxima asamblea del domingo 05 de junio. Usted que tiene que elegir un menú (y solo uno) para alimentar a todos. Para ello, busca 5 cocineros especialistas para que le hagan una propuesta. Como usted es democrático, sometió a votación a sus socios y el resultado fue el siguiente:
• Opción 1: cuy chactado con papas, 32 socios.
• Opción 2: arroz chaufa con langostinos, 23 socios.
• Opción 3: sancochado de carne, 19 socios
• Opción 4: sudado de lenguado con arroz, 16 socios
• Opción 5: aguadito de pollo, 10 socios.

La mayoría pidió cuy chactado, así que ud anuncia el nuevo menú, pero surge un problema. El resto de personas reclama y dice que no quiere cuy, es más, 52 afirma que no tolera el cuy porque simplemente no pueden ver un roedor aplastado en su plato. Ud decide entonces ir por la segunda opción, el chaufa con langostinos, pero otra vez, la mayoría protesta porque resulta que son alérgicos a los langostinos. Las opciones 3, 4 y 5 no son aceptadas por quienes votaron por la opción 1 y 2 porque reclaman que ellos son mayoría.

Qué hacer entonces?

Esta situación es muy similar a los casos que se estudian en los cursos de elección pública. De hecho, existe toda una rama de la ciencia política y económica que estudia las decisiones de las preferencias individuales a las preferencias colectivas. Estas investigaciones (desde Rousseau, Borda, Condorcet hasta Arrow, Black y Rawls) muestran como el principio de mayoría se ve cuestionado para alcanzar una elección que todos podamos estar contentos o satisfechos (óptimo social).

Qué sucede entonces cuando opción tiene mayoría relativa a favor pero una mayoría absoluta en contra? Cómo un sistema de votación, donde mayoría manda, puede ayudar a que los electores escojan una opción aceptable? No existe acaso el riesgo que el principio de mayoría, al ser aplicado en forma simple, termine imponiendo una opción a todas luces en contra del interés colectivo? El caso se complica, especialmente cuando existen más de dos opciones, lo que justamente ha motivado paradojas en resultados de votación donde una opción con menor aceptación que el resto termine ganando porque es el que menos resistencia tuvo.

Este tipo de situaciones ya había sido advertida en diferentes formas de elección de gobierno. La segunda vuelta es justamente un mecanismo que se ha utilizado cuando hay muchas opciones, y donde en un sistema de balotaje solo las dos opciones con mayor votación volvían a someterse a elección. Pero aquí surge otro problema, regresemos al ejemplo del menú y los cocineros

Dado que no se puede cambiar de cocinero, existen dos opciones: 1) o se somete de nuevo a votación el cuy chactado vs el chifa con langostinos, o 2) los cocineros proponen algunos cambios a su menú. Por ejemplo, que el chactado no sea de cuy sino de conejo, o que el chifa sea de pollo y no de langostinos. Esta última es la que tiene mejores condiciones para una segunda vuelta. La primera opción solo generaría una interminable discusión entre una mitad de socios y la otra, y probablemente nunca se pongan de acuerdo. En el peor de los casos, si se impone el principio de mayoría, es muy probable que una gane por 51 contra 49, pero con un profundo malestar del sector perdedor. Una mala fórmula entonces, regresemos a la segunda opción. Se vuelve a votar, pero los cocineros proponen cambios al menú original.

En este nuevo escenario, es probable que se abra una amplia discusión para que los dos cocineros propongan menús con mucho más aceptación. Cabe la posibilidad incluso que cambien totalmente su primera propuesta, pero eso generaría una desconfianza hacia el cocinero que fue convocado justamente porque era especialista en el menú que propuso. Entonces, si uno dijo que era bueno con el cuy chactado, es un poco complicado proponer un lomo a lo pobre, o peor, a un menú de los otros cocineros como el sudado o el sancochado.

La situación que ud enfrenta es complicada porque los socios que no votaron ni por el chaufa con langostinos y ni por el cuy chactado, que son muchísimos, presionan porque no quieren elegir entre ellas dos. Usted es conciente que si quiere llegar a un acuerdo pronto, va a tener que pedir a los cocineros cambios a su menú, osea, estamos en otra elección. La pregunta será entonces que propone cada cocinero sabiendo que tienen una especialidad y no pueden hacer cambios muy significativos. Por lo menos, en principio.

Así estamos con Keiko Fujimori y Ollanta Humala estimados lectores. Déjenme compartir con uds mi opinión como socio de este gran comedor llamado Perú.

Keiko Fujimori. A este cocinero lo conocemos muy bien, por la sencilla razón que ya nos ha cocinado antes y por un buen tiempo. Es más, varios nos intoxicamos bien feo, terminamos postrados en la cama varios años y aun tenemos secuelas. Algunos dirán que no eso no es del todo justo. Que Keiko y su padre no es lo mismo. Esperaremos estas 7 semanas para que demuestre que tan distinta es. Ciertamente, Keiko no es lo mismo que Alberto Fujimori, pero seamos francos, se parecen bastante, no? Ha reivindicado siempre a su padre como el mejor gobierno de la historia peruana, el que por cierto considera inocente 100% de las acusaciones de ladrón y asesino por el cual estará preso 20 años más. Hasta ahora mi cuerpo se escarapela cuando la vi en la TV gritando “Que se escuche este triunfo hasta la DINOES!”.

Hay líneas rojas que no se pueden cruzar, y mi posición política es que Keiko representa una página de la historia peruana que no quiero volver a leer. Aquella donde la libertad de prensa era un chiste, la división de poderes de un Estado de derecho no existía, la corrupción era una prostituta que podía entrar en todos lados y era normal. Yo no sé, pero ese Perú no debe repetirse. Dicen que Keiko es garantía de estabilidad económica. Por favor! Si hasta Alan García ha entendido que ya no estamos para experimentos, estoy seguro que cualquiera que asuma la presidencia tendrá que seguir la receta de la responsabilidad macroeconómica.

Entonces, volvemos a la pregunta, es Keiko lo mismo que su padre? Yo digo que sí, pero si alguien lo duda y quieren darle una oportunidad, entonces pídanle compromisos creíbles de que rechazará todo tipo de impunidad a los violadores de derechos humanos y a los corruptos. Eso en cristiano quiere decir que su padre seguirá en la DINOES como todos los cientos de militares y funcionarios ladrones y asesinos sentenciados. Difícil que firme eso no? Y si se da el milagro de que lo firme, bien difícil creerle porque ningún hijo o hija dejará a su padre en la cárcel. En conclusión, este cocinero no podrá sacar los langostinos del chaufa. Puede esconderlos o poner menos, puede echarle más arroz, pero yo ya estoy curado y no pienso volverme a intoxicar.

Ollanta Humala. Este cocinero también lo conozco, pero aun no he probado su menú. Lo que sé de él es que no tiene una formación democrática. 20 años en contrainteligencia militar no es su mejor carta de presentación. A él lo conocí desde sus inicios y recuerdo bien sus discursos de fines del 2005 con un radicalismo rabioso, muy poco articulado y trasnochado. Un mensaje para mi muy dañino de resentimiento a los peruanos y de confrontación insensata al sistema político y económico. Me queda una profunda duda además su responsabilidad y participación en Madre Mía y en el Andahuaylazo de su hermano. Mi temor más grande como dije al inicio, es la verdadera vocación democrática de Ollanta Humala. No me preocupa sus ideas económicas porque estoy convencido que si le toca gobernar, o mejor, si quiere gobernar, tendrá que poner un banquero o un economista que mantenga la política macro en el MEF y en el BCR.

El problema entonces son las ideas democráticas de Ollanta. Esto de que quiere cambiar la Constitución, de regular mejor los medios de comunicación, asusta peligrosamente. Agrego además que el equipo de gobierno y los congresistas que tiene no tienen la fuerza para gobernar un país tan chúcaro como el Perú. Entonces, no le vaya a pasar como al Chino en el 90, que habiendo iniciado un gobierno con un gabinete de connotados independientes, se desesperó, cerró el Congreso y llevó al país al desastre de la dictadura. Sí creo que el país, aun con su pobre clase política, tiene más institucionalidad que hace 20 años, es decir, deberíamos tener mejores candados para evitar la aparición de un dictador. Pero la verdad, tampoco hemos avanzado tanto así que el riesgo sigue siendo muy alto.

Este cocinero no le va a quedar otra que cambiar su menú. Que se olvide del cuy chactado porque la resistencia es demasiado fuerte. Puede hacer lo que hizo Alan, que se olvidó de su aprismo populista y se volvió un pragmático en el poder, con TLC y mineras incluidos. Yo prefiero creer que hará lo que hizo Lula en Brasil, que mantuvo su esencia política sindical, gobernando con el corazón y decidiendo con la cabeza. Veremos a qué rostros nuevos y confiables convoca, porque dudo que gane la confianza de la mayoría, pero si puede ganar una aceptación condicionada y eso es un comienzo para gobernar a nuestro país. De ud depende Comandante.

m/p

3 comentarios:

  1. No se le olvide amigo que los cocineros de la dictadura tambien vendieron todos los muebles y electrodomesticos de la cocina en procesos poco transparentes y que con el dinero obtenido no mejoraron el menu sino que se fueron a comer con sus amigos a exclusivos restaurantes extranjeros, además compraron carne de tercera a precios de primera con comision incluida,se aseguraron de que el se quejaba, no apareciera mas por alli.
    La intoxicacion fue en efecto muy fuerte como ud menciona pero lo peor es que dejo enfermo y desnutrido a un niño en una etapa fundamental de su crecimiento.
    No concuerdo con Humala, no vote por él; pero en este caso es el mal menor.
    Muy buen artículo....y finalmente Lula lo hizo bien...salvo a mi modesto parecer,la politica de la Bolsa con la cual discrepo.
    Carlos Villanueva Spelucin.
    dni 26705197
    cavillanuev@hotmail.com

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  2. "Este cocinero también lo conozco, pero aun no he probado su menú." La inclinación hacia Humala radica en este punto. Pero deseo señalar que, si bien no hemos probado su menú, otros sí lo han hecho. Tiene dos intentos de golpe de estado. Después de dos intentos de apoderarse de la cocina y el directorio, (y en el segundo pedir fusilar al presidente del comedor y su ayudante) ¿va a contratarlo como cocinero???? ¿No es riesgo demasiado grande como para darle el beneficio de la duda?

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  3. Sé que no es el tema, pero en vista de que Fuerza Social no tiene ningún representante en el Congreso Nacional y que es urgente la creación de una Autoridad Única del Transporte para Lima, podrías decirme si es viable que un grupo de ciudadanos voluntarios presente una iniciativa legislativa al Congreso, o qué se puede hacer para solucionar este problema?

    miguel.sina@gmail.com

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