domingo, 2 de agosto de 2009

Gastar bien y rápido, un arte difícil pero no imposible

Gastar bien y rápido, un arte difícil pero no imposible
Por Miguel Prialé Ugás

Las recientes declaraciones del Presidente García y el nuevo Premier Velasquez Quesquén revelan una vez más la alta prioridad (y angustia) del gobierno por acelerar la ejecución del gasto público en inversión: “hay que gastar más, hay que hacer obras”. Revelan asimismo, la evidente debilidad del Estado para gastar rápido y bien.

Acelerar el gasto es siempre un objetivo político, pero también debemos advertir que el Estado es un buque gigante de más de 80,000 millones de soles. Este buque es lento y tiene el timón muy duro, y sin embargo, puede funcionar con cierta eficiencia. Lamentablemente, las soluciones y las decisiones para gastar no han sido efectivas, en buena parte, porque existe mucha desinformación y que termina en mitologías como echarle toda la culpa al SNIP.

Si observamos en las entidades públicas que manejan mucho presupuesto para obras, los verdaderos cuellos de botella para gastar están en 5 puntos:
- No hay personal suficiente, ni personal calificado que sepa navegar bien en los sistemas administrativos del Estado. Se necesita burocracia competente.
- Demoras excesivas para obtener permisos y autorizaciones: ambientales, arqueológicos, disponibilidad de agua, aprobaciones de la UGEL (Educación) o la DIRESA (Salud), etc.
- No se ha completado el saneamiento físico legal y expropiaciones del terreno donde va a hacerse la obra
- Los estudios de los proyectos son deficientes o incompletos, se necesita completarlos o en el peor de los casos rehacerlos.
- Impugnaciones y licitaciones desiertas, que para todo el proceso de ejecución. Los incentivos a impugnar son altos lamentablemente

Ninguno de estos puntos tiene que ver con la normatividad del SNIP. Adicionalmente, existen problemas estructurales típicos como la no disponibilidad presupuestal, cambios repentinos de prioridad, alta rotación de personal, y ciertamente observaciones del SNIP e incluso del órgano de control. Pero ojo, las verdaderas piedras en el zapato no está en cambio en la normatividad, sino en los aspectos de gestión como bien ya lo había advertido un estudio del FONAFE (2006).
Tomando en cuento lo anterior, es un grave error seguir golpeando al SNIP y bajar aún más sus exigencias técnicas. Este es un control de calidad que se debe defender porque contribuye a combatir la informalidad para gastar, que por cierto, es carne fresca para los leones de la corrupción. Recordemos además que el 95% del presupuesto de inversiones 2009, ya pasó por el SNIP. Qué sentido tiene flexibilizar el 5% restante? Otro error que no se debe cometer es perforar los sistemas con excepciones o normas de urgencia para un grupo de proyectos. Basta ver la experiencia del FORSUR que es una “zona franca” para gastar: el avance es casi nulo.

Algunas recomendaciones finales para gastar bien y rápido:
- Escoger las entidades públicas que tienen los mejores indicadores de calidad de ejecución de gasto.
- A partir del primer punto, priorizar y asignar recursos a los proyectos en ejecución que son significativos. Eso implica disponer a los supervisores de obra que presionen para acelerar los cronogramas de los contratistas
- Identificar los 30 proyectos de inversión más importantes que están en fase de licitación y que la OSCE disponga su mejor equipo técnico para asegurar un rápido proceso, sin impugnaciones ni retrasos administrativos
- Identificar los 30 proyectos de inversión más importantes que están en fase de preparación de expedientes, y que los Sectores y el MEF destaquen un equipo de expertos que supervise la adecuada elaboración de los estudios.
- Asignar y garantizar recursos para los estudios definitivos y expedientes técnicos. Facilitar la contratación de equipos especializados (aprobar reglamento del DL REPIPs)
- Que el MEF identifique rápidamente las inversiones de reposición en los principales sectores como transportes, saneamiento e infraestructura social.

Las medidas requieren un esfuerzo conjunto y una alta proactividad del Ejecutivo y también de los gobiernos subnacionales. Las fuerzas son escasas y tenemos que priorizarlas bien, de ahí la importancia de poner todos los recursos en los proyectos más maduros y en las entidades públicas con mayores capacidades. Ciertamente, el problema estructural del personal calificado tiene que corregirse, esperemos que la agencia SERVIR tenga más apoyo para ampliar la construcción de una gerencia pública de alta calidad, que sepa gastar bien y rápido.

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